PRÓLOGO

INVIDENTE PERO VISIBLE

  Por Alipio Gutiérrez
(Periodista y Presidente de ANIS)

Dice un refrán popular español que «No hay peor ciego que el que no quiere ver»

  Esto se cumple casi en el cien por cien de cualquier situación que podamos imaginar. En el mundo de la discapacidad también. Por mi trabajo como periodista he tenido la oportunidad de conocer a multitud de personas, algunas muy «importantes», porque habían hecho algo notorio para la sociedad. Así, a lo largo de más de 30 años de profesión, la gran mayoría de ellos dedicados de forma especial a la información sobre salud, he entrevistado a investigadores, médicos, profesores, artistas, escritores, deportistas de élite, políticos… Algunos de ellos, aunque trataban de disimularlo, expresaban algún tipo de discapacidad y no tanto física, que a veces también, como psicológica o emocional. Pero eran incapaces de reconocerlo.

  Nadie somos perfectos, lo que pasa es que algunos sabemos de nuestras imperfecciones, defi ciencias, discapacidades… y otros no quieren saberlo. De ahí la razón del dicho popular. Así las cosas, encontrar a personas que reconocen abiertamente su discapacidad, como es el caso de Mariano Fresnillo, y que se sienten y reconocen en esa discapacidad es digno de elogio. Pero no un elogio hueco, sino cargado de argumentos porque hacerse un hueco en las redes sociales desde la discapacidad —en el caso de Mariano desde su ceguera—, contar la realidad de tu propia vida, de tu propia experiencia sin pudor no es fácil. Hablar para normalizar la diferencia, expresar sin tapujos la hipocresía que vemos a nuestro alrededor y criticar, sin acritud, acciones de falsa compasión respecto a quienes muestran una discapacidad, es algo que sólo lo pueden hacer personas importantes.

  ¿Qué ha hecho Mariano? Poner letra y voz a sus sentimientos. ¿Qué ha hecho Chema Nieto? Facilitar un medio de comunicación donde la discapacidad sea parte de la normalidad. ¿Qué ha hecho Javier Aguado? Transmitir cómo el protocolo también debe servir a las personas con discapacidad para que se sientan plenamente integradas en los actos sociales. ¿Qué ha hecho Javier Regueros? Mostrar en imágenes la esencia de las personas con independencia de si tienen o no una discapacidad. A todos ellos admiro porque siendo gente corriente, han hecho más por la sociedad que muchos de aquellos sujetos «importantes» a los que he entrevistado y cuya trascendencia social se limitaba a haber aparecido en un plató de televisión en un programa de éxito una vez en su vida. O haber escrito un libro de éxito, vender miles de ejemplares y vivir de la fama, o del cuento, que diríamos algunos, durante el resto de los años. O arrimarse a un torero famoso, por poner un ejemplo, y convertirse en «princesa de un pueblo», «estrella de la televisión» y ganar dinero a espuertas vendiendo su intimidad a precio de oro.

  La vida de Mariano y su discapacidad daría para un buen guión de cine, daría para multitud de tertulias de radio, daría para contar la experiencia de una persona diferente que quiere seguir siendo Invidente pero Visible. Por eso creo que este libro es una gran oportunidad para el lector. Espero que disfrute como lo he hecho yo al sentir que hay muchas personas corrientes que son grandes personas y cuya experiencia vital sirve para ayudarnos a encontrar en la diferencia aquello que nos hace más especiales. En cierta ocasión entrevisté al padre de una niña con Síndrome de Down que me contó cómo en la familia, con varios hermanos más, aquella niña diferente era la más querida por todos. Su diferencia la hacía especial, «como un coche de coleccionista» me decía su padre, y por eso era tan importante.
  Ojalá todos aprendamos a entender así de especial la diferencia.